La comunicación, clave para el correcto funcionamiento de una organización, adquiere una relevancia aun mayor cuando se busca implementar una política de calidad que permita lograr o mantener la acreditación ISO 9001:2015.
En la estructura de alto nivel en la que se cimenta la última actualización de dicha normativa internacional, se incide en la necesidad de atender a los aspectos ligados a la comunicación interna y externa de la organización. En ambos casos, se insiste en que se ha de cuidar:
- El mensaje: hay que saber qué se quiere comunicar
- El momento: hay que definir cuándo comunicar, a fin de poder controlar las reacciones al mensaje y minimizar posibles situaciones de estrés
- El receptor: hay que tener claro a quién se comunicará el mensaje, puesto que ha de favorecerse la fácil comprensión del mismo
- El modo: hay que determinar cómo realizar la comunicación, al objeto de que el contenido llegue a sus destinatarios sin distorsiones derivadas, por ejemplo, del canal elegido
- El emisor: hay que designar a la persona idónea para realizar la comunicación
El objetivo, en cualquier caso, es lograr que tanto la comunicación interna como la externa sean más eficientes, algo para lo que es preciso establecer los canales de comunicación más adecuados a este propósito.