El origen de la ISO 9001 está en la apuesta por la calidad de los productos que llegan al consumidor. Para garantizar el cumplimiento de este objetivo, las organizaciones europeas comenzaron a exigir que sus proveedores contasen con productos certificados y, ante la gran variedad de acreditaciones existentes, la British Standard optó por crear, en 1979, la BS 5750, que fue el referente en el que se basó la primera ISO 9001, publicada en 1987.
Pero la preocupación por la calidad viene de atrás. De ahí que los antecedentes de dicha normativa se remonten a la Segunda Guerra Mundial, cuando los EEUU apostaron por implementar controles en los procesos y productos militares con el propósito de confirmar que contaban con material confiable. Surge, para ello, la normativa MIL-Q-9858.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, NASA, fue el siguiente organismo interesado en acreditar la calidad de todos los productos que utilizaba, por lo que, a principios de los sesenta del pasado siglo, desarrolló requisitos propios para sus proveedores.
También la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, se interesó por este aspecto y, antes de que finalizara la década, adoptó las Especificaciones AQAP, es decir, los procedimientos aliados de garantía de la calidad, siguiendo el modelo normativo estadounidense. En aquel entonces, se entendía calidad como conformidad a los requerimientos establecidos.
El interés creciente de las empresas por contar con proveedores que cumpliesen sus programas de garantía de calidad, junto con la necesidad de una normativa de carácter internacional, fue decisivo para sentar las bases de lo que sería la ISO 9001. Así, a finales de los setenta surge la ya mencionada BS 5750, que constituyó el principal referente para la International Organization for Standardization (ISO) que, en la primera versión de esta normativa de gestión de calidad, tomó casi íntegramente la norma ideada por la British Standard.
La versión original fue publicada en 1987 por el Comité Técnico 176 y, desde entonces, se efectuaron cuatro revisiones (1994, 2000, 2008 y 2015), siendo la actual la más importante de las que se han realizado desde 2000, cuando se unificaron las ISO 9001, 9002 y 9003, y se optó por un enfoque de procesos. En su redacción, se implicaron expertos de los sectores industrial y comercial, organismos académicos y de investigación, gobiernos y órganos no gubernamentales, que representaban a 81 organismos miembros de ISO en todo el mundo. Participaron 153 expertos de 81 países; otros 13 países se implicaron como observadores; y hubo 21 miembros de enlace. Además, durante el proceso de actualización, que se prolongó tres años, también trabajaron miles de personas que, a través de los comités nacionales, revisaron y comentaron el proyecto.
Actualmente, ya no se habla de conformidad, sino que la calidad tiene que ver con la mejora continua. Siguiendo este objetivo, la última revisión de esta norma, que contiene los requisitos del Sistema de Gestión de la Calidad, es una respuesta a los grandes cambios en la tecnología, la diversidad de negocios y el comercio mundial que se han producido a lo largo de los 15 años transcurridos desde la publicación de la norma ISO 9001:2000.