Para la correcta implementación de un Sistema de Gestión de Calidad (SGC) conforme a la ISO 9001:2015, es imprescindible que la organización determine qué recursos internos y externos son necesarios para llevarla a cabo, entendiendo por recursos las personas, los ambientes para la operación del proceso, la infraestructura, los recursos de seguimiento, el conocimiento acerca de la entidad, etcétera. Y, además, la entidad ha de proporcionarlos, a fin de poder iniciar y desarrollar el proceso de adaptación a la normativa, y mantener y mejorar de forma continua dicho sistema.
Se hace imprescindible contar con el personal suficiente para que el SGC funcione de un modo eficiente, teniendo en cuenta el cumplimiento de los requisitos legales y los reglamentos del cliente; identificar, proporcionar y mantener la infraestructura necesaria para garantizar la eficiencia de los procesos; determinar, proporcionar y mantener un ambiente adecuado para la operación de los procesos; asegurar que se proporcionan los recursos necesarios para confirmar que los resultados de la medición y control de la adecuación de los productos y servicios cumplen con los requisitos; y comprobar que obtiene todos los recursos de conocimiento necesarios para responder a los cambios del negocio y de su relación con el cliente.
La organización habrá de conocer las capacidades y limitaciones de los recursos internos de los que ya dispone y saber qué necesita de sus proveedores externos, con los que es preciso establecer acuerdos para el servicio; informarles acerca de la forma de evaluación que llevará a cabo la entidad y cuáles son los principios en los que se basa; poner a su disposición, periódicamente, los resultados de la evaluación; y apostar por una política transparente, que les aporte confianza.