La redacción de la nueva normativa ISO 9001, a través de la que se busca implementar en todo tipo de organizaciones sistemas de gestión de calidad reconocidos internacionalmente, implica que las empresas que ya estén certificadas con anterioridad a su aplicación o aquellas que busquen dicha acreditación adapten sus procedimientos a las particularidades que esta exige y que conllevan distintas novedades:
- La norma ISO 9001:2015 será más fácil de usar, especialmente en combinación con otras normas de sistemas de gestión. Para ello, el comité ISO/TC 176/SC 2 adoptó la estructura de alto nivel de las normas de sistemas de gestión ISO, basada en el Anexo SL del Suplemento consolidado ISO de las Directivas ISO /IEC, para la nueva normativa.
- Para facilitar su utilización, se ha simplificado el idioma. Así, el Anexo SL ofrece una estructura idéntica, y texto, y términos y definiciones comunes para todas las futuras Normas de Sistemas de Gestión ISO (NSG).
- La nueva normativa será menos prescriptiva, pues se busca que las organizaciones puedan diferenciarse y trabajar en aquello que las hace únicas, en lugar de dedicar tiempo a responder a unas exigencias documentales que, en algunos casos, resultarían innecesarias e inútiles. Para ello, se ha determinado que la documentación sea menos obligatoria y más fácil de utilizar, a fin de que cada entidad pueda perfeccionar sus sistemas de gestión por encima de lo que dicta la normativa.
- Quienes la implanten deberán estar atentos a si los resultados de aplicación del sistema de gestión de calidad son similares a las expectativas, ya que, a través de dicha norma, se atiende al rendimiento obtenido tras desarrollar procesos propios del método PHVA (planificar, hacer, verificar y actuar). El objetivo es incidir sobre todos los niveles de la organización para gestionar su enfoque y dirigirlo hacia la calidad.
- En la nueva versión, se exige un mayor grado de implicación con la puesta en marcha de los Sistemas de Gestión de la Calidad (SGC) por parte de la alta dirección de cada entidad, algo que redunda en una mayor integración del SGC en el negocio y en la dirección estratégica del mismo.
El objetivo de estos cambios es lograr un impacto significativo de la ISO 9001:2015 en las organizaciones, formadores, consultores, organismos de certificación y acreditación, auditores y redactores de normas. Además, la nueva versión busca satisfacer las necesidades derivadas de los grandes cambios que, en los últimos años, se han producido en cuanto al uso y avance tecnológico, a la diversidad de los negocios y al comercio mundial, cada vez más globalizado.